miércoles, 11 de julio de 2012


REFLEXIONES SOBRE VIGOTSKY  Y EL CONSTRUCTIVISMO :

Es interesante ver que en esta vida hay personas que vienen a este mundo con un propósito definido. Tal es el caso de Lev Vigotsky. De origen ruso y cuya obra de legado se desarrollo en una de las épocas más tumultuosas de la tierra de los zares.  Su corta vida pero fructífera, sirvió para dar un nuevo rayo de luz a los temas de aprendizaje, desarrollo cognitivo y una serie larga de temas donde demostró que vino a llenar un vacío o mejor dicho, un nuevo enfoque sobre esos tópicos.

La teoría de Vigotsky se basa principalmente en el aprendizaje sociocultural de cada individuo y por lo tanto en el medio en el cual se desarrolla. (Germán O.).
Todos sus escritos se basaron en estudiar al individuo en su aspecto social y que el ser humano es un ser social por naturaleza. Nacemos en sociedad, crecemos en sociedad,  aprendemos en sociedad, y hasta el día de nuestra muerte, estamos comprometidos con esa sociedad para dejar nuestro legado. No necesariamente a la humanidad, pero si a ese conglomerado de personas con los cuales nos relacionamos a lo largo de nuestra existencia.

Sus enfoques envueltos dentro del manto de la dialéctica marxista, parecería que estuviera imbuido por los nuevos  aires ideológicos como si de una moda se tratase, pero demostró en la práctica que era un fiel exponente del nuevo sentir de la época. Vigotsky como los psicólogos soviéticos de su época se planteo la tarea de construir una psicología científica acorde con los planteamientos Marxistas (Alicia). Según hemos leído, sus escritos, ocultados por muchos años, puestos a la luz a mediados del siglo XX, han sufrido mutilaciones y tergiversaciones en las traducciones. Vigotsky además de científico, era un humanista y gran parte de su obra está repleta de rigor científico, pero también de sensibilidad. Su preocupación por los niños con problemas de aprendizaje y sus postulados de que son más que discapacitados físicos, víctimas de los desaciertos de la sociedad, demuestran que su causa estaba con los más necesitados.

Uno de los temas que más nos llama la atención, es sobre lenguaje y pensamiento. El hecho de que no poseemos la cultura, que por el contrario, la cultura nos posee a nosotros, nos hace reflexionar sobre el objetivo en sí de la cultura y de todos sus procesos.  Será que al nacer en el seno de un conglomerado social que habita en una determinada geografía, que tiene ciertos valores estéticos, morales (aunque sean relativos), con un concepto bastante cercano a la realidad circundante, dependemos de ella para poder subsistir en ese medio. Y más allá de la simple subsistencia, aprender el ¿por qué de la vida?, ¿Qué hay después de la muerte?,  ¿Quiénes somos realmente?. Preguntas que no se pueden responder  con simples conocimientos de supervivencia. Hay que recurrir a conceptos más abstractos que vayan más allá de la vida cotidiana y que las experiencias acumuladas de la vida de un individuo no son suficientes para contestar.  Hace falta el acervo de toda una comunidad. Comunidad que no sólo se limita a nuestra aldea, hoy en día se habla de la  “aldea global”. Por tanto, necesitamos, dependemos de las interacciones sociales para completar el rompecabezas de todas esas interrogantes, donde sólo tenemos una pieza.




PIAGET  vs. VIGOTSKY  (la Internalización del Sujeto):



Para Piaget, el individuo al manipular la realidad, crea y conceptualiza los sujetos en su interior. Como la realidad es objetiva, todos llegamos a las mismas conclusiones: la piedra es “dura” y la esponja es “blanda”. El experimento cada vez que se realiza, llega, (no importa el individuo) al mismo fin. Resuelto el problema, Piaget lo explica con el método científico.  La internalización del sujeto se realiza desde dentro  hacia fuera.

Vigotsky, por el contrario, dice que la sociedad en su conjunto crea los sujetos y los conceptualiza. Nosotros copiamos esos sujetos con sus conceptos y los hacemos nuestros. Por tanto creemos lo que la sociedad cree. Nuestra percepción de la vida: la moral, la estética, el amor y demás; está supeditada a  lo que la sociedad en su conjunto dictamine. Si la sociedad dice que “eso es verde”, entonces nosotros creemos   que “eso es verde”; si la sociedad dice que lo más importante de una persona es conserva íntegro el “honor”, entonces  seremos capaces de hacernos el “harakiri” (quitarnos la vida) porque no podríamos vivir si hemos manchado nuestro honor.

Si pensamos como piensa nuestra sociedad, si hacemos nuestro los sujetos que ha creado y moldeado la sociedad en que nacimos y crecimos, y sabemos que las sociedades no se gobiernan por sí mismas, sino que siempre han existido los líderes, los cabeza de tribus, los concejos de venerables ancianos, los reyes, los gobernantes, los presidentes, los pastores de iglesias… entonces podríamos concluir que lo que la gran mayoría da como bueno y válido, es lo que los “dirigentes” han pautado como bueno y válido. 

Eso corrobora la afirmación de que las sociedades son masificables. Que las sociedades se manipulan con ofrecerles modelos a imitar. Los actores y las grandes personalidades imponen modas, modos de ser, estereotipos a seguir.

Creemos que Vigotsky dio en el clavo.




EL CONSTRUCTIVISMO:

El aprendizaje ha sido tema de  investigación de muchos científicos sociales desde hace muchos años, por lo que han sido construidas muchas teorías que pretenden explicar dicho fenómeno social. Destaca dentro de esta gama de tendencias explicativas el constructivismo como una de las tendencias que ha logrado establecer espacios en la investigación e intervención en educación, por su sistematicidad y sus resultados en el área del aprendizaje, a diferencia de otros enfoques, que plantean explicaciones cercanas al objeto de estudio y otras que solo acuden al sujeto cognoscente como razón última del aprendizaje, el constructivismo propone la interacción de ambos factores en el proceso social de la construcción del aprendizaje significativo. Para Martínez Rodríguez, el constructivismo es una línea de acción pedagógica reciente en educación que ha encontrado un fuerte respaldo en los fundamentos teóricos y metodológicos del enfoque sociocultural propuesto por Vygotsky.

El constructivismo es un enfoque que sostiene que el individuo (tanto en los aspectos cognoscitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos) no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos factores. El conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano, que se realiza con los esquemas que ya posee, con lo que ya construyó en su relación con el medio que la rodea.

Según Méndez (2002) desde la perspectiva del constructivismo psicológico, el aprendizaje es fundamentalmente un asunto personal. El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje. Es él quien construye el conocimiento y nadie puede sustituirle en esa tarea. La importancia prestada a la actividad del alumno no debe interpretarse en el sentido de un acto de descubrimiento o de invención sino en el sentido de que es él quien aprende y, si él no lo hace, nadie, ni siquiera el facilitador, puede hacerlo en su lugar. La enseñanza está totalmente mediatizada por la actividad mental constructiva del alumno. El alumno no es sólo activo cuando manipula, explora, descubre o inventa, sino también cuando lee o escucha las explicaciones del facilitador.

La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que ya poseen un grado considerable de elaboración, es decir, que es el resultado de un cierto proceso de construcción a nivel social.

 El hecho de que la actividad constructiva del alumno se aplique a unos contenidos de aprendizaje preexistente condiciona el papel que está llamado a desempeñar el facilitador. Su función no puede limitarse únicamente a crear las condiciones óptimas para que el alumno despliegue una actividad mental constructiva rica y diversa; el facilitador ha de intentar, además, orientar esta actividad con el fin de que la construcción del alumno se acerque de forma progresiva a lo que significan y representan los contenidos como saberes culturales.


Muchas veces sale a relucir la pregunta  ¿ nuestro sistema se define realmente constructivista? La respuesta es que en los libros si, pero que en la práctica en gran medida sigue siendo conductista.  Esto nos debe hacer reflexionar sobre quien realmente lleva en sus manos el destino de nuestra educación.

Por una parte el gobierno rebota la pelota de la decisión a los protagonistas de la sociedad que tiene que ver con el tema de la educación en nuestro país.  Es como si le confesara al cura: padre he pecado, le he sido infiel a mi mujer, y el me responde con una pregunta: ¿ tú  qué harías en mi lugar?

La educación y en particular el enfoque constructivista, debe ser un tema que se reclame, así como se reclama el 4% para la educación, así mismo debemos reclamar políticas coherentes y acordes con los nuevos tiempos, que justifiquen y avalen el reclamo de mayores presupuestos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario