Pautas para una reforma educativa nacional.

            Hoy en día en nuestro país, República Dominicana, la mayoría de los actores del sistema educativo nacional, están consciente de la deficiencia e ineficacia y la falta de pertinencia del  nuestra educación. La mayor manifestación de lo dicho se presenta en el malestar de estudiantes, profesores y de la misma sociedad en general, apuntalando una descomposición de sus instituciones básicas, la proliferación de violencia de género con un avance vertiginoso nunca visto, etc. En este contexto de una estructura educativa renqueante y necesitada es que ( Minerva Isa 2004) escribe: “Domina un sistema educativo de muy débil institucionalización, politizado, desfasado, rezagado, pendiente de una reforma educacional racionalizada, profunda. Urgido de cambios debidamente estructurados, que articulen objetivos y metas desde el pre-escolar a la educación superior y técnico profesional”

            Tales condiciones requieren de una respuesta, y aquí damos unas pautas o lineamientos para la consecución que apuntalan por dónde debería de ir una posible y necesaria reforma educativa.

            Hay dificultades insoslayables a la hora de plantear un cambio efectivo que se nos presenta como imperativo de mención, puesto que tendremos que afrontarlas  de frente para tener éxito en nuestro planteamiento. Una propuesta de tal magnitud tiene que contar con distPauta para una reforma educativa nacional.intos sectores, distintos movimientos, unos con más peso que otros pero que necesariamente tienen que mancomunar fuerza. En este sentido la punta de lanza está dada por lo que llamaremos tiempos, inmerso en tensiones: “Así pues, las principales tensiones que se nos presentan parecen radicar en la existencia de cuatro tipos de tiempos cuyas lógicas son distintas: los tiempos políticos, los tiempos técnico- profesionales, los tiempos burocráticos y los tiempos pedagógicos” (Cecilia Braslavsky 2006).

            Si conseguimos armonizar estos tiempos bajo una misma finalidad considero tendríamos casi un 50% del trabajo hecho, puesto que casi en todas las instituciones las mayores dificultades vienen la división y la búsqueda de intereses particulares, y mucho más cuando mencionado drama ocurre entre los factores que son determinantes para la transformación.

            La propuesta es un currículo basado en competencia, que dicha implementación tenga su origen en la base. No se trata formar a los maestros desde arriba y traer especialistas a que lo formen, como tradicionalmente se ha venido haciendo. El punto de partida de abajo, desde los maestros motivados en las escuelas, los que están conscientes de la necesidad de un cambio y los que no concientizarlos. La misma filosofía de de este proyecto implica que la implementación del mismo se haga encarnada en la realidad que le compete. Parte de las experiencia y quehacer de los pedagogos y maestros en con contexto específicos, que se adecúa a la capital y sus distintas barriadas, las provincias, municipios, secciones, etc. cf (Villarini 2000).

            Los mismos maestros se convierten en formadores de maestros, de sus compañeros. Así, pues se formaría una red donde los protagonistas  son los actores principales de la enseñanza.

Creo que si se logra aunar fuerza para un proyecto de esta magnitud, y sincronizar los tiempos establecidos, los resultados sería incalculables para nuestro país, provocando cambios significativos, sino sustanciales e innovador en nuestra república.